Nuevamente el Hospital La Florida Eloísa Diaz presenta un problema de funcionamiento, así quedó evidenciado el día miércoles 7 de agosto, ya que desde las 7 am no había suministro de agua potable debido a trabajos de la Sociedad Concesionaria San José Tecnocontrol, que originó una falla de una válvula, sumado a ello el bajo stock de estanques de reserva, lo que impidió el abastecimiento en todo el recinto.
Recordemos que el Hospital de La Florida ha tenido problemas con inundaciones en el pasado. Podemos por ejemplo mencionar lo sucedido, en el año 2015, el agua acumulada en los techos del establecimiento hospitalario cedió e inundó las salas 418 y 419 de la Unidad Cuidados Intensivos, lo que provocó la evacuación de los pacientes.
En otra ocasión, la misma Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Doctora Eloísa Díaz de La Florida resultó inundada tras la rotura de una cañería de agua negra.
Este año se sumó la inundación de aguas negras en el casino del establecimiento que generó el cierre por parte de la SEREMI de Salud Metropolitana, lo que claramente da luces a fallas graves en el correcto funcionamiento de un establecimiento de salud y por ende la empresa de concesión nefasta.
La semana pasada hubo otra inundación en los baños del Pabellón Central generando olores putrefactos y cierre de los servicios sanitarios de pacientes. En dicha oportunidad no se tomó ninguna medida para evitar contagio dentro de esta unidad crítica.
El pasado miércoles 7 de agosto y producto de la falta de suministro de agua, el personal administrativo tuvo que retirarse a sus domicilios y así priorizar áreas clínicas, no se suspendieron pabellones a pesar de que no existía abastecimiento, situación que pone en riesgo a nuestros usuarios y usuarias. Desde FEDEPRUS Metropolitana, lamentamos enormemente la realidad que están viviendo en el Hospital de La Florida, hacemos un llamado a las autoridades a que se hagan cargo de las deficiencias que originó el trabajo mal logrado de la empresa concesionaria, situación que una vez más deja en evidencia el fracaso de un sistema de externalización de servicios e infraestructura de establecimientos públicos, que lo único que logra es el beneficio para particulare