Columna de Opinión Directorio Fedeprus Metropolitana

Se viene un nuevo 1° de mayo donde las y los trabajadores de nuestro país enfrentan un escenario adverso construido por décadas de precarización y falta de legislación que fortalezca el rol de la clase trabajadora, sector que, si bien es el motor del desarrollo de una nación, ve como tras años de trabajar de sol a sol terminan su última etapa de vida con pensiones miserables, salud deteriorada y sin acceso a una atención digna, oportuna y de calidad, en muchos casos sufriendo abandono y carencias de todo tipo.

Toda esta frustración quedó más que expuesta en el estallido social del año 2019, donde las y los chilenos salieron a las calles a manifestarse, entre muchas otras demandas, las más sentidas tenían relación con lo que enfrenta el mundo laboral; bajos sueldos y pésimas pensiones, jornadas extensas, condiciones laborales de riesgo e inadecuadas, altas tasas de cesantía, poca o nula legislación en el ámbito sindical, todo lo anterior reforzado por una pandemia que no dio tregua, siendo las mujeres trabajadoras las más afectadas, con dificultades en el cuidado infantil y el cumplimiento de múltiples roles, inequidad salarial con respecto a los hombres y un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral femenina y donde las políticas de mitigación no resolvieron los problemas de manera efectiva.

Sin embargo, los gremios que representan a las y los trabajadores en Chile no han cesado en la lucha por revindicar derechos y clamar por justicia social, cuestión que esta federación, que representa a profesionales de la salud, desde su concepción hace 4 años viene defendiendo y visibilizando las necesidades no solo de las y los funcionarios del sector, sino las demandas de todo un país que requiere cambios estructurales que dignifiquen el trabajo y la vida de tantos chilenos y chilenas.

Pero hoy nos encontramos en una etapa histórica para nuestro país, producto de las masas movilizadas se logró poder contar con un proceso constituyente en curso, que no ha estado exenta de un afán de desacreditación por grupos de interés que no les conviene que se produzcan cambios que beneficien a la población y que los haga perder sus privilegios, pero que pese a ello se ha ido avanzando en “Derechos Fundamentales”, estableciendo normas relativas a seguridad social, pensiones, educación, vivienda, alimentación, deporte, derecho al agua, trabajo decente, libertad sindical, derecho a la igualdad, la no discriminación y a la memoria y, muy particularmente, el derecho a la salud que conlleva la creación de un Sistema Nacional de Salud de carácter universal, público e integrado que garantice el bienestar integral, incluyendo su dimensión física y mental.

Es por eso que como gremio estamos en permanente “alerta” y consideramos que nuestro rol es vital para impulsar, promover y asegurar los cambios que requerimos como sociedad, creemos que no debemos bajar la guardia, que debemos sacar la voz más que nunca por las y los trabajadores, hacer sentir a la clase política y de toma de decisiones que seguiremos y recuperaremos las calles, pues este Día del Trabajador estaremos marchando y manifestándonos por el “derecho a un trabajando decente” con todo lo que ello implica, ya que no descansaremos en la reivindicación de nuestras demandas hasta lograr que la dignidad se haga costumbre.