El centro de salud está funcionando casi en su totalidad en atención Covid-19. Los funcionarios/as acusan extenuantes jornadas y oídos sordos del Gobierno que insiste con la reconversión de camas.

Mostrar las condiciones en que están operando los hospitales de la región metropolitana es el actual desafío de la Federación Democrática de Profesionales Universitarios de la Salud de la Región Metropolitana (Fedeprus), ya que los funcionarios/as están trabajando prácticamente sin recursos. En ese marco, la situación del Hospital San Juan de Dios asoma dentro de las más críticas.

“La situación de las urgencias es crítica. Tenemos hospitalizados/ventilados, en sillas, y en listas de espera, entonces, no sabemos dónde están esas camas disponibles que anuncia el Ministerio de Salud. Necesitamos que se transparente la información. Se debe poner a disposición el sistema privado y las Fuerzas Armadas, porque el personal de salud del sector público ya no da más. Todos los días hay de 10 o 12 ventilados en las urgencias. Es imposible llegar a las 4.500 camas que quiere el Gobierno que reconvirtamos, tenemos el mismo personal y los mismos recursos, entonces es imposible”, explicó la Presidenta de Fedeprus Metropolitana, Sandra Olivares.

En esa línea, Alejandra Díaz, dirigente de la Asociación de Enfermeros/as, explicó que “hay un agotamiento físico y mental importante en el personal de salud, todos están con apoyo psicológico, con tratamientos farmacológicos, porque están extenuados. Y lo que vemos es un Gobierno que nos sigue exigiendo, que habla de que todo está estable, pero en las Urgencias todos los días llegan de a nueve personas graves, tenemos todo el hospital reconvertido, ya no tenemos donde tener pacientes. Todos los funcionarios/as están agotados y no tenemos un reconocimiento ni económico ni profesional. Lo que pasa aquí en el San Juan de Dios es una tragedia”.

En tanto, el Presidente de la Aprus del Hospital San Juan de Dios, Franz Bagus, aseguró que “el cansancio de nuestro personal tiene que ver no solo con las largas jornadas, sino también con la condición de los pacientes, porque no los podemos atender como corresponde. Nosotros estudiamos para mejorar a los pacientes y no lo podemos hacer, porque el gobierno hizo mal las cosas, pero aún hay tiempo para remediarlo, porque sabemos que hay dinero y lo deben redistribuir en los hospitales, porque las camas no trabajan solas, necesitamos trabajadores/as. No vamos a dejar de atender las urgencias, pero tenemos que hacerlo cada vez en peores condiciones, como atender en el piso. Nuestras condiciones laborales son terribles”.

“No hay soluciones de parte del Ministerio de Salud y eso es frustrante, porque pensamos además que lo que se viene en un par de semanas será terrible y después de la pandemia también será complejo, porque tenemos muchos controles postergados de pacientes crónicos, los cuales llegarán en estado de gravedad. Por eso le decimos al ministro Enrique Paris que deje su rol de político y asuma su rol de médico, porque él sabe cómo son las condiciones de los hospitales y hoy por defender al gobierno nos vuelve la espalda”, agregó el dirigente.

Los funcionarios y funcionarias exigieron a las autoridades, en medio de una protesta pacífica en el frontis del hospital, que escuchen sus demandas y recalcaron que hay falta de equipamiento e insumos básicos, falta de personal y funcionarios capacitados, servicios de urgencias colapsados, tiempo prolongado de espera de atención y disponibilidad de camas   y falta de espacios físicos adecuados para la atención.