Matronas y matrones son reconocidos por  ser profesionales con talento humano y compromiso con la sociedad para otorgar cuidados de salud seguros, respetuosos y de calidad en la salud sexual y reproductiva, al recién nacido y familia.

Si bien son reconocid@s por ser figuras relevantes en el acompañamiento de la mujer durante el embarazo, el parto y los primeros días del bebé, también cobran un rol central en la salud sexual y reproductiva de millones de mujeres en nuestro país. 

En quienes ejercen esta hermosa profesión, se depositan miedos, ilusiones y miles de dudas en momentos significativos de la vida de las mujeres. Es por eso que su trabajo es relevante. 

El papel de la matrona en el parto es muy importante. Su función, entre otras, es la de proporcionar un ambiente de tranquilidad a la futura mamá y a su pareja, hacer que se sienta segura y confiada, especialmente en el momento del parto. 

La formación profesional del matronas y mataronés está constituida por áreas de conocimiento científico, tecnológico, disciplinar, competencias propias y formación académica continua para enfrentar diversos desempeños en su contexto laboral.

Transita de una formación empírica como partera a una formación profesional favorecida por la creación en 1834 de la primera Escuela de Matronas de la Universidad de Chile. En el siglo XVIII comienza a cambiar la naturaleza de la disciplina obstétrica con tendencia a la fundamentación científica y numerosos cambios en el siglo XIX y XX en la estructura de los estudios de Matrona y su formación académica

Gracias a los profesionales de salud en el área de la obstetricia y a los avances tecnológicos, es que la tasa de mortalidad materna (26 por cada 1000 nacidos vivos, 2008) y la tasa de mortalidad neonatal (5,3 por cada 1000 nacidos vivos en 2009) han ido disminuyendo paulatinamente en el tiempo, encontrándose dentro de los niveles más bajos de mortalidad materna y perinatal en Latinoamérica. ¡¡¡Felicitaciones en su día!!!